NUESTRA ES LA FURIA
Dicen que hacen falta hasta tres muertes para que una boda dothraki no resulte aburrida; sin embargo, basta un solo trono para despertar los más bajos instintos e impulsos en unos seres primariamente salvajes y egoístas. Vivimos la primera de las temporadas descubriendo los efectos que anhelar el Trono de Hierro podía causar en las diferentes familias.
Vimos como los Lannister destruían a la familia Starks sin piedad alguna, asistimos atónitos a las acciones perpetradas por Viserys Targaryen (Harry Lloyd), quien entregaba a su dulce hermana, Daenerys (Emilia Clarke), al mejor postor a fin de conseguir un ejército con el que convertirse en Rey, e incluso sentimos el más álgido pavor con la simple presencia en escena de «Los caminantes blancos», cuyos ojos azules evocan a la mismísima muerte. Y por supuesto, nos unimos a los Stark en su objetivo de hacer justicia, por sangrienta que ésta resulte. Pero, sobre todo, comprendimos que es imposible no contagiarse de la emoción, adrenalina e intensidad de la historia, creada para enganchar desde el primero mismo de los segundos de metraje, arrebatadoramente adictivo.
[quote_box_center]Es una obra ideada magistralmente con un único objetivo: conquistar al espectador más exigente con la más épica, magnifica y titánica aventura jamás contada en formato televisivo, una aventura en la que es imposible permanecer inmune. Cientos de seguidores, dos Emmy y tres Scream Awards, entre otros premios, avalan lo dicho.[/quote_box_center]
SANGRE Y FUEGO (Sigue en página siguiente…)
