La causa de los Stark

Crítica de Juego de tronos: La mujer roja
Juego de tronos

Le hubiéramos seguido hasta el final fuera cual fuera su causa: su falta de miedo y sentido del deber le convertían en el perfecto líder. Por todo ello, la decapitación de Eddard Stark supuso la pérdida del personaje más apreciado por todos, privándonos además de la actuación de Sean Bean, inolvidable Boromir en “El señor de los añillos” y actual Rey del cuento (excesivamente) azucarado “Mirror, Mirror” junto a Julia Roberts. Sin embargo, no fue el único al que lloraremos, ya que la muerte de Khal Drogo (Jason Momoa) dejó un vacío en la serie difícilmente remplazable. Momoa, (actor lo suficientemente osado como para intentar hacer olvidar a Arnold Schwarzenegger en la reciente «Conan»), nos regaló en la serie el rol más carismático y, sin duda, más digno de un merecido spin-off . Después de todo, la fuerza y desgarro del personaje ofrecían siempre las escenas más desconcertantes y atroces, ideadas para que no olvidemos que, por civilizados que parezcan los protagonistas, estos viven en un salvaje y hostil universo. Y por último, cómo no mencionar a Viserys Targaryen, ese odioso personaje que, al final, obtuvo lo que tanto anhelaba: una corona de oro sobre su cabeza. Pero no es tiempo para el lamento, ¡sino para la lucha!

SE ACERCA EL INVIERNO (Sigue en página siguiente…)