Tensa e hipnótica, ‘Sala de profesores’ consigue sumergerte de pleno en la atmósfera de tensión y emociones contenidas que rodea a su protagonista. La joven, una profesora idealista, es llevada al límite de la paciencia humana en una historia donde la lógica no siempre sirve para solucionar los problemas.
Al inicio de la película se dice que no caben suposiciones, todo debe ser demostrado. Sin embargo, pese a las pruebas evidentes en muchos de los eventos, los protagonistas niegan la verdad aun cuando está resulta evidente. Existe también una falta de incumplimiento de las normas en un instituto donde el libre albedrio da alas a todo tipo de actos, porque si algon dejan claro en todo momento es que nadie obliga a nadie a hacer nada salvo que haya una norma que así lo establezca. Pero, ¿qué pasa cuando alguien niega las normas, cuando niega lo evidente, cuando se niega a ceder, cuando se hace la vista gorda? Todas estas preguntas se lanzan al aire para que sea el propio espectador el que se entretenga en encontrar la respuesta, aun cuando no siempre es sencillo hallar una respuesta.
- Lo mejor: La angustia contagiada de la protagonista, que consigue llegar al espectador. Pero sobre todo la sencillez con la que con una premisa simplista el director consigue ofrecer todo un huracán de emociones.
- Lo peor: No hay nada reprochable en esta cinta donde el final es todo un regalo para el que la vea, pues te invita a la reflexión y expone de manera gloriosa la irracionalidad humana.