Descocada y divertida, Apartamento 23, la ficción de la que fuera chica Breaking Bad, Krysten Ritter (eterna Jane), resulta un alocado objeto de risas infinitas.

Apartamento 23, con Krysten Ritter a la cabeza, resulta una serie de lo más entretenida

De espíritu desacomplejado y desvergonzado, la serie presenta una chocante realidad tan improbable como delirante en la que actores, serie y personajes son objetos de burla. De este modo, reinventando la parodia, Apartamento 23 juega a burlarse de clásicos tan reverenciados (y plagiados) como Friends.

Central B… Perk

Sin reuniones alrededor de un capuccino, sin vecinos raros y desnudos al otro lado de la ventana (¿o sí?), sin amigas del instituto y, sobre todo, sin Chandler y Joey de divertidos compañeros de pasillo, Apartamento 23 nos presenta a Jun, una Rachel 2.0 recién llegada a New Yorky obligada a subsistir como camarera tras ver como el trabajo, el hombre y la vida de sus sueños desaparecen para dejar sitio a Chloe (Krysten Ritter).

[quote_center]Enérgica, fresca e inesperada, Chloe decide someter a su compañera de piso a un disparatado cosmos de traiciones, decepciones y mentiras.[/quote_center]

Pero, ¿quién es Chloe? Ella es, por sí sola, el insurgente elemento de impacto en una serie delirantemente viva. Enérgica, fresca e inesperada, Chloe es la mecha que enciende el disparatado cosmos de traiciones, decepciones y mentiras varias a las que ésta decide someter a su compañera de piso, June (Dreama Walker) y amigo James Van Der Beek. Quien fuera Dawson, hace no demasiado tiempo, vuelve al medio que le vio crecer. Y lo hace convertido en payaso y bufón de sí mismo: un actor irremediablemente encasillado de cuestionable talento y escasa moral con gusto por los realities y el merchandising más absurdo.

[quote_box_left]Los problemas empezaron en el momento en el que decidieron tomarse la serie en serio, usando a ésta como plataforma de mensajes de paz y amor para todos.[/quote_box_left]

Así pues, y con todo para triunfar, los espectadores sufrimos la cancelación de Apartamento 23, inconclusa en su segunda temporada por razones de audiencia. ¡Pero si era perfecta! O al menos lo fue hasta su quinto episodio, momento de declive en el que la serie deja de sorprender y la insensibilización adquirida ante el vehemente comportamiento de Chloe y resto de personajes restan gracia a los sketches. Los problemas empezaron en el momento en el que decidieron tomarse la serie en serio, usando a ésta como plataforma de mensajes de paz y amor para todos. Y así, en menos de dos temporadas, lo que llegará como estreno a España es ya una serie acabada en Estados Unidos.