Crítica de la serie The Last Ship: De The Walking Dead a The Last Ship
The navy dead
Planteada desde el prisma de la conspiración política y los valores patrióticos, The Last Ship choca repetidamente con el mismo iceberg: el innegable parecido razonable con The Walking Dead o Helix. Y así, navegando entre dos aguas y sin llegar nunca a definirse como una serie enteramente bélica o una obra completamente apocalíptica, la ficción producida por Bay se pierde en el complicado triangulo de las bermudas que resulta ser la pequeña pantalla, donde obras con más personalidad o entidad propia consiguen atraer a los espectadores hacia puertos más exóticos.
[quote_box_center]¿Quiere decir que The Last Ship no renovará? Por supuesto que no. La obra no sólo cuenta con unos muy dignos resultados de audiencia, sino que ya tiene previsto una segunda temporada de acción apocalíptica. Pero, ¿es ésta una serie que pueda llegar a ser llamada de culto en un futuro? ¿Llorará alguien el fin de la patriótica obra?[/quote_box_center]
Más allá del entretenimiento y divertimento televisivo que la serie oferta en cada uno de sus episodios, nadie hablará de The Last Ship cuando ésta finalice. Y es una pena, porque tenía los medios, tenía los escenarios y tenía la historia para hacer algo más que historia naval en el terreno de la ciencia ficción.
¿El gran plus? La presencia de Jack Bender tras la dirección de algunos de los episodios.
Cast principal de «The last ship»[pull_quote_center]La ficción producida por el padre de Transformers, Michael Bay, nos sitúa en una realidad convulsa y agitada[/pull_quote_center]
Porque son muchas las ventajas narrativas que el barco del oficial Chandler ofrece frente a series como, por ejemplo, The Walking Dead. La primera y más obvia es la facilidad con la que los protagonistas pueden desembarcar en los más diversos escenarios y vivir las más inesperadas aventuras sin verse jamás limitados por el anclaje a un mismo escenario.
[pull_quote_center]Una historia apocalíptica de virus, traiciones, argumento militar y, ante todo, glorioso e imperioso orgullo patriótico[/pull_quote_center]
La segunda gran baza y elemento desaprovechado en la ficción es la p osibilidad de crear un estado de paranoia mental ante el sentimiento de estar recluido en un habitáculo flotante en mitad del océano e ignorante de la existencia o no del resto de personas, un lugar donde si bien nadie puede entrar, tampoco nadie puede salir. Pero, sobre todo, si por algo podía haber elevado anclas de lo conocido hasta ahora es por la atractiva posibilidad visual y técnica de ofrecer las más impactantes y trepidantes escenas de acción bélica que toda obra que lleve el sello de Michael Bay debiera garantizar.
Así pues, y planteada la base, las cuestiones son: ¿Será éste el fin de la humanidad? ¿Existirán héroes dispuestos a salvar el mundo? ¿Tendrá cura la mortífera arma biológica?