Crítica de St Vincent, la película de Bill Murray, Naomi Watts y Melissa MacCarthy: Desvergonzadamente divertida, St. Vincent ejecuta la norma Disney de ofrecer una lágrima por cada dos sonrisas.
[quote_right]La vida con Bill Murray es mucho más divertida[/quote_right]
Desatada y profunda, St. Vincent enamora por la frescura y sinceridad de su relato, contagiosamente alegre e inspirador. Y lo es no por su historia, previsible a ratos, sino por la naturalidad y buen humor con la que Naomi Watts, Melissa McCarthy y Bill Murray parecen haber afrontado sus personajes fotograma a fotograma. ¿Estamos ante la mejor película de Bill Murray? Casi.
[quote_box_center]¿Lo mejor? Bill Murray y el excelentísimo uso y disfrute que éste hace del guion, convirtiendo cada palabra y cada gesto en una insurrecta provocación a los sentidos que escandaliza y enamora.[/quote_box_center]
Trágica pero insurgentemente optimista, St. Vincent recupera al Bill Murray más brillante y desatado, aquel que todos recordamos de películas como Los albóndigas o Lost in traslation, aquel Bill Murray al que todos sobrevaloramos e idolatramos por encima de todas las cosas, aquel Bill Murray capaz de hacernos reír y llorar en la misma escena con sobrada maestría y destreza escénica, aquel Bill Murray al que desde Pizzacinema le pedimos que no se retire jamás, porque la vida con Bill Murray es mucho más divertida.