No es que sea mala, es que es para niños muy pequeños. Se pueden hacer películas para niños que sirvan para entrener a adultos y es un hecho demostrado a lo largo de la historia de la animación. De hecho, son muchas las series animadas que divierten tanto a pequeños como grandes, por lo que no hay excusa para cintas como ‘Patrick’, que no parece haberse esforzado en crear una historia lo suficientemente sólida y carismática como para evitar bostezos en la fila de butacas del sector no infantil.
Falta emoción, faltan aventuras, faltan desafíos, falta la toma de riesgos en una narración sin sorpresas en la que el argumento narrativo cae por momentos y se convierte en una soberana tontería y excusa para mostrarnos a unos personajillos saltando y revoloteando sin ton ni son. Y al final uno tiene la impresión de haber visto una serie animada diseñada con el único objetivo de crear personajes que más tarde convertir en juguetes que puedan ser vendidos en las jugueterías de todo el mundo.
- La pega: A pesar de su animada banda sonora la historia se cae por sí misma, demasiadas lagunas narrativas para una historia en la que no se aporta nada nuevo y se cae en el infantiloidismo.
- El dato: ‘El príncipe de Egipto’, ‘Blancanieves’ (y en definitiva cualquier cinta Disney), ‘Kung Fu Panda’… Son sólo algunos ejemplos de que se puede entretener a grandes y pequeños en la misma sala.
