El director de Juno, Young Adult, Up in the air y Labor day vuelve con Adam Sandler, Hombres, mujeres y niños.
[quote_right]Sandler demuestra lo obvio, no es un único registro lo que el actor posee, sino dos[/quote_right]
Jason Reitman, cineasta especializado en estrógenos y hormonas, elevado a la categoria de Dios de la hormona díscola gracias a las fabulosas e imprescindibles Juno, Young Adult y, más adultas pero no por ello menos interesantes, Up in the air y Labor day,nos lleva hacia el cine gracias a un repertorio de actores que atrae más que repele y que cuenta con Adam Sandler, Emma Thompson, Jennifer Garner, Dean Norris (inolvidable Hank Schrader en Breaking Bad) y la secundaria eterna, Judy Greer, como los principales reclamos de una cinta donde la historia es la excusa para criticar y ridiculizar la naturaleza hipócrita de la sociedad.
Adam Sandler, de niños grandes a hombres, mujeres y niños
De corte dramático, Hombres, mujeres y niños juega al despiste, y si bien el espectador puede asistir al cine atraido hacia lo que ver el nombre de Adam Sandler pueda inspirar a todos, lo que promete será una reflexiva película, se convierte en una muy dramática y reflexiva película. ¿O era al revés?
Jennifer Garner como una madre obsesiva en «Hombres, mujeres y niños»[quote_box_left]Qué pena que Jason Reitman haya perdido la chispa y energía de cintas como Juno o Young Adult[/quote_box_left]
Más cercano al Adam Sandler de películas como Funny people, Punch-Drunk love y Reign over me, el cómico (y objeto de quejas por parte de Sony Pictures), se entrega a su rol sin más afán que el de demostrar que, cuando quiere, se puede poner serio. Así pues, Sandler demuestra lo obvio, no es un único registro lo que el actor posee, sino dos: granuja descerebrado y bonachón y tipo amargado sin ganas de vivir.
[quote_box_center]La frase: He instalado una cámara en el cerebro de mi hija y un código pin de siete digitos en su vagina[/quote_box_center]
Y es ejerciendo el último de estos el que vemos en Hombres, mujeres y niños, un film donde importa más el mensaje que las actuaciones.