Crítica de El lado bueno de las cosas, la película que, antes que Serena y La gran estafa americana, unió a Bradley Cooper y Jennifer Lawrence.

Jennifer Lawrence y Bradley Cooper en "El lado bueno de las cosas"
Jennifer Lawrence y Bradley Cooper en «El lado bueno de las cosas»

[quote_right]¿Inspiradora? No de manera evidente[/quote_right]

Ni tan mala, ni tan buena. El lado bueno de las cosas se presenta con mas bombo que platillo, provocando una inemnadiata e invitable decepción.

¿Entretenida? Puede. ¿Ingeniosa? No tanto ¿Inteligente, profunda, reflexiva? Lo intenta ¿Divertida? A veces ¿inspiradora? No de manera evidente.

[quote_box_center]¿El lado bueno de las cosas? que una vez que asumes el carácter simplón de la obra y dejas de esperar grandes cosaa, descubres que te puedes llagar a entretener.[/quote_box_center]

La cinta resulta una narración semipedante que opta por mantnerse en todo momento en el lado daldo dcrítico de los hechos, exponiéndolos en ununba griseacea y catastrófica visión en la que, pese a el título de la cinta, no cabe lugar para la esperanza o consuelo.

[quote_box_center]¿El lado negativo de todo esto? que la pantominia coreografiada por Bradley Cooper y Jennifer Lawrence resta minutos a la potencialmente interesante historia de Robert DeNiro.[/quote_box_center]

Aún así, y a pesar de lo dicho, la obra se desarrolla con más parsominia que ritnmo, pero con un progresivo espíritu optimista que poco a poco se va apoderando de todo el filme, haciendo que por unos breves instantes olvidemos la absurdo de la trama y descubramos la verdadera identidad de la cinta: una comedia romántica de corte melodramático.