Si el término «película Netflix» significa algo para ti ya sabes de qué estoy hablando cuando afirmo que el remake de ‘Chicas malas’ es una cinta hecha para el goce y disfrute de la generación Netflix. Cancioncillas animadas y coloridas al más puro estilo ‘High School Musical’ y villanos Disney son los ingredientes principales del clon de la ya mítica cinta protagonizada por Lindsay Lohan.
Si bien los primeros momentos son alegres, dinámicos y llenos de energía, todo el entusiasmo conseguido se pierde con la aparición de una Regina George insulsa y sin definir que hace que la abeja reina de Rachel McAddams queda inmortalizada como la diva suprema e insuperable del instituto North Shore High School, aquel en el que tan brillantemente caricaturizó en 2004 Mark Waters la jungla hormonal que reina en la secundaria.
Así pues, con una villana que no asusta y que sobre todo no expone la compleja naturaleza de George; unos personajes «atontados» a niveles difíciles de creer, y una narración infantilizada y simplona de marginados contra populares, el remake deja mucho que desear. Y ni siquiera sus muchas (demasiadas) canciones consiguen transmitir la empatía y crítica social de la obra primigenia. Quizá más decepcionante aún sea el hecho de que Tina Fey firme con su nombre un guión mediocre.
- Lo peor: Tras varias canciones llega el sentimiento de «saturación» musical, haciendo que lo que podía haber sido un recurso divertido se convierta en un elemento cansino.
- Se echa de menos: Una villana. Regina George se presenta como una visión simplista y carente de magnetismo de lo que podría haber sido un personaje excepcional. También a destacar que presentar personajes tan absolutamente tontos (al más puro estilo Disney Channel) como el de Karem es un despropósito que sólo consigue restar realismo a la historia y trasnmitir el sentimiento al espectador de que su inteligencia está siendo insultada.
- La crítica: La falta de originalidad. Rodar una película copiando fotograma a fotograma la cinta original mientras añades coreografías más propias de un videoclip que de una película no es de buen gusto para el espectador.
- La conclusión: Cuando un remake no aporta nada la sensación de que se ha desaprovechado tiempo y recursos en algo que pudo ser y no es es inevitable. Quizá un reestreno en cines de la película original hubiera sido más acertado.
- A destacar: El cameo de Lindsay Lohan en el concurso de mates, memorable pero insípido.
