Crítica de helix, un The Walking Dead en la Antártida. 

Protagonistas de Helix, nueva serie de ciencia ficcíón

[quote_right]Helix narra lo que bien podría ser el prefacio nunca revelado de The Walking Dead: el origen[/quote_right]

Descrita con un hipnótico y atrayente ritmo frenético, Hélix agita nuestras entrañas y miedos en una claustrofóbica atmósfera de tensión, misterio y muerte de la que no podrás (ni querrás) salir.

Perturbadora, inquietante, atrayente, y tremendamente adictiva, Helix evoca al terror más clásico de obras magnas como El resplandor, La cosa o Alien. Y así, como surgida del loco experimento de introducir a la tripulación de Ripley y La cosa en los fríos y tetricos pasillos del Overlook bajo la amenaza de sucumbir a un apocalíptico The Walking Dead, Helix narra lo que bien podría ser el prefacio nunca revelado de The walking Dead: el origen de un virus capaz de reducir a la población a mera anecdota existencial y/o engendros depravados y violentos.

[pull_quote_center]Al más puro estilo The Walking Dead, Hélix nos arroja a una realidad abrupta y violenta de carácter apocalíptico[/pull_quote_center]

Han transcurrido varias décadas desde que Ridley Scott rasgase la pupila inquieta de los más fervientes seguidores del terror con la más brutal, sobrecogedora e inquietante fábula jamás antes concebida a bordo de una nave espacial: Alien. No mucho después surgieron El resplandor y La cosaLa santísima trinidad del terror psicológico se formaba pues, desatando una pandemia creativa de ingenio, virus y monstruos en general que todavía hoy perdura.

The Last Ship, y American Horror History son sólo algunas obras derivadas de la exitosa fórmula de encerrar a unos personajes en un habitáculo de carácter claustrofóbico con presencia maligna incluida y, a poder ser, en constante estado de cuarentena y/o aislamiento social, ya sea por riesgo de contagio o por la imposibilidad física de escapar de un atroz escenario.

Pandemia creativa

Así pues y al más puro estilo The Walking Dead, Helix nos arroja a una realidad abrupta y violenta de carácter apocalíptico. Y lo hace en mitad de la Antártida, en un gélido y claustrofóbico Overlook donde mosntruos, nieve y fantasmas del pasado atormentan la claustrofóbica estancia. Y así, convirtiendo los miedos del espectador en auténticos espectros narrativos de la obra, Helix nos introduce en una gélida trampa mortal de terror y ciencia ficción

[quote_box_center]La posibilidad remota de que un virus o existencia sobrenatural desate un apocalipsis o Guerra mundial Z es la trama principal de Hélix y objetivo a combatir por los protagonistas. Estos últimos acudiran a la llamada de auxilio emitida desde el mismísimo infierno helado, conduciéndoles así hasta la letal trampa mortal que resulta ser un maquiavélico centro de investigaciones y experimentos científicos, un lugar dominado por los fantasmas del pasado, el horror y el misterio, un lugar poseído por la muerte y lo fantástico.[/quote_box_center]

Búscame en el nivel G

Ideada para jugar con nuestra mente, la ficción parece diseñada para satisfacer a los amantes del terror psicológico que atmosferas claustrofóbicas como la nave de Ripley o el hogar de Jack Torrant puedan generar. Y si bien es cierto que en los primeros capítulos resulta sencillo pensar en series como The Walking Dead, donde un inexplicable virus de carácter apocalíptico transforma a los humanos en atroces criaturas, son obras como El resplandor, Alien o La cosa las grandes obras a reverenciar por la serie.

[quote_right]La maquiavélica y perturbadora narración con la que su director nos conduce por su particular casa de los horrores[/quote_right]

Y no sólo por el espíritu claustrófobico y gélido que sus escenarios comparten, sino por la maquiavélica y perturbadora narración con la que su director nos conduce por su particular casa de los horrores y (casi) único escenario principal, introduciendo conspiraciones, organizaciones secretas, experimentos científicos y reencuentros familiares con asombroso talento y gracia.

Todo ello, elementos y misterios que recorren convulsos los largos y asépticos pasillos del habitat común de los miedos y fantasmas del pasado que atormentan a los personajes, una ratonera de la que no podrán escapar hasta el fin de la primera temporada, momento en el que veremos como el que fuera durante  la primera temporada nuestro particular Nautilus acabará volando por los aires.

Una vez traspasado el nivel G, ¿qué nos depara la segunda temporada?