Descubre la critica sobre The Walking Dead y descubre las claves de la cuarta temporada The Walking Dead y por qué es una de las mejores series de zombies y terror de la historia.
The Dead Zone: La cuarta temporada
Los nuevos capítulos de TWD se presentan… ¿vacíos y desprovistos de interés narrativo?
Agonizante y pausadamente desarrollado, el primero de los episodios de la nueva temporada se desarrolla sin ninguna novedad narrativa, más allá de la escandalosamente poca sutil incursión de una nueva amenaza (¿el agua?). Y es que poco o nada queda ya del encanto apocalíptico y dramático que impregnaban las dos primeras temporadas, escabrosamente sublimes y adictivas.
De manera progresiva, TWD ha ido renunciando a sus más atractivas señas de identidad. Elementos como la soledad, la angustia o el terror son ahora reemplazados por incertidumbres sentimentalistas tales como si Maggie está embarazada, o si los mordedores son seres dignos de poseer nombre. Así pues, lo inevitable ha sucedido: la serie se encamina a la pronta muerte del misterio y creatividad que la limitada (pero fabulosa) idea principal planteaba ya desde el inicio. Y es que con los caminantes convertidos en mero recurso ornamental, y su respectiva pérdida de carácter terrorífico, la trama se encamina por sendas más novelescas que aterradoras.
[quote_box_left]¿El resultado? Se pierde la macabra poesía con la que se narraba en sus orígenes el sentimiento de desolación humana.[/quote_box_left]
Se renuncia a la tétrica belleza de la soledad mostrada en la primera temporada, en pro de un renovado y numeroso cast. Desaparece la majestuosidad del horror descrito en escena que la siempre amenazante intervención zombie ocasionaba. Se evapora la dulce amargura con la que Rick nos conducía en un viaje hacia ninguna parte, para asentarnos ahora en una comunidad feliz en la que no caben los grises (todos son héroes ahora). Todo ello, eso sí, volviéndonos a infectar con la curiosidad de qué será lo próximo que pase. Porque, muerta en vida o no, TWD crea adicción.