Por fin podemos ver el tráiler de ‘Silencio’, la última película de Martin Scorsese.
Religión, mafia, ilustres magnates, músicos, y la sociedad más insurrecta y ostentosa han sido algunos de los personajes a desdibujar por Scorsese, que sin límite alguno ha ofrecido su peculiar visión sobre tan siempre polémicos iconos de nuestra realidad. Y esta vez lo hace con ‘Silencio’, una historia sobre misioneros y la búsqueda de la fe, donde Andrew Garfield, Liam Neeson y Adam Driver se enfrentan a sus creencias religiosas en medio de una sanguinaria persecución religiosa.
[pull_quote_center]Scorsese representa ya la última tentación cinematográfica en una industria sin tiempo ni ganas de narrar una historia de la única manera posible: con inmensa pasión por el cine[/pull_quote_center]
El cineasta ha tentado al mismísimo Mesías (“La última tentación de Cristo”), descrito con brutal sinceridad los ensangrentados cimientos que dieron origen a dos de las ciudades más mágicas del celuloide, New York (“Gangs of New York”) y Las Vegas (“Casino”), e incluso se ha adentrado en la locura de un lugar tan retorcido y adictivo como “Shutter Island”. Es imposible encontrar tacha alguna en la dirección de Scorsese, si bien es cierto que a veces el cineasta choca inevitablemente con alguna obra de difícil clasificación, riesgo y consecuencia de filmar “Al límite”.
El tráiler de ‘Silencio’
I pray but I am lost. Am I just praying to silence? From #MartinScorsese comes #SilenceMovie, watch the official trailer now. pic.twitter.com/3y4DvzeCs1
— Paramount Pictures (@ParamountPics) 23 de noviembre de 2016
Con documentales musicales incluidos (“George Harrison: Living in the Material World”, “Shine a light”) Scorsese representa ya la última tentación cinematográfica en una industria sin tiempo ni ganas de narrar una historia de la única manera posible: con inmensa pasión por el cine. Por eso, con o sin Oscar, Scorsese ya ha hecho historia. Y ejemplo de esto último es su nuevo trabajo ‘Silencio’, con el que una vez más se atreve a contar la verdad de los hechos, aun cuando estos son brutalmente violentos.