Insuperables, el nuevo programa estival de TVE presentado por la ya olvidada por todos Carolina Cerezuela, resultó ser insuperablemente insufrible.
Y no sólo por el pésimo, casposo y ya repetitivo jurado y padrino (Santiago Segura, Ana Millán, Carlos Latre) o su ya copiado y reformulado estilo de pulsadores, duelos y espectáculo de variedades circenses, sino por lo inadecuado de su contenido.
[quote_box_center]Insuperables resulta ser una mala y aburrida copia de talent shows como La Voz o Tú sí que vales, sólo que, para desgracia del espectador, sin freaks que nos hagan reír.[/quote_box_center]
¿De verdad quiere ver alguien la noche del lunes a una mujer cantando lírica? ¿De verdad es divertido ver a unos bailarines amateur moviéndose al ritmo de insípidos movimientos de sencilla ejecución hasta para el más patoso de los infantes?
[quote_box_center]¿Nadie más está de acuerdo en que la realización dejó mucho que desear, estropeando y desluciendo en numerosas ocasiones el espectáculo a mostrar?[/quote_box_center]
¿De verdad en tiempos de crisis es necesario que «entre todos» subvencionemos semejantes despropósitos que nada tienen que ofrecer?
¿Puede alguien decirle a Carolina Cerezuela que la próxima vez intente fingir que habla en vez de hacernos comprender que su trabajo consiste en repetir sin gracia alguna su guión?
¿Es posible que todavía no haya quien se atreva a decir que Santiago Segura aburre, cansa, y ya hasta irrita de tanto que sale en televisión?
¿Quién puede explicar por qué programas como Insuperables resultan tan insufribles y, sobre todo, por qué programas como Insuperables ocupan un preciado espacio en la televisión que pagamos «entre todos»?