Requisito 4: Ser humano

La cuarta condición es simple: ser humano. Porque por mucha responsabilidad que deba asumir un presidente, son tan mortales como cualquier otra persona, y por tanto tienen los mismos derechos que un individuo de a pie. Es decir, que si, por poner un ejemplo, el presidente de los Estados Unidos se enamora, no debiera de resultar un problema para la continuidad de su legislatura, o al menos esa tesis defiende Michael Douglas en ‘El presidente y Miss Wade’, y razón no le falta, porque antes que presidente es una persona, y por persona me refiero a que no tiene porque ser obligatoriamente un hombre, de hecho, Geena Davis ya fue una muy digna magnataria en la televisiva ‘Señora Presidenta’.

Requisito 5: Enfrentarse a lo surrealista (siguiente página…)