La película es un despropósito desde el segundo cero, cuando antes de que podamos encajer el duro golpe de no ver a Rocky Balboa en escena nos vemos contra las cuerdas en un debate interno por levantarnos del asiento o anestersiar nuestros sentidos para terminar de confirmar lo que ya temíamos desde la primera entrega de Creed, sin Rocky no hay película.

La película Rocky cumple 40 años
Con un vago y descarado intento de crear un pastiche que pueda llegar a evocar a Rocky, Creed se alza como la campeona de los pesos pesados en materia de fracasos. Falta trama, faltan personajes con carisma, falta despertar algún tipo de empatía en el espectador, falta lógica, falta boxeo, falta historia y, por si no lo he dicho lo suficiente, falta Rocky.

Creed III
Creed III

La historia es absurda desde principio a fin. Un ex amigo de Creed aparece para cumplir su sueño de competir contra el campeón, pasando de ser el héroe a convertirse en el villano en cuestión de segundos y sin justificación alguna. Lo he intentado y no lo he conseguido: no encuentro sentido a su historia. ¿Por qué se le pinta como el villano? ¿Acaso no es él la víctima? ¿Por qué Creed decide que tiene que hacer todo por machacar al amigo de la infancia que pasó dos décadas en la vida por salvarle la vida? ¿Por qué pasan de ser amigos a enemigos? ¿Por qué nadie admite que ganó limpiamente su cinturón sobre el ring?
Por otro lado, tenemos la trama, absurda en sí. ¿Un amateur se sube a un ring y gana sin más? ¿Quién le entrena? ¿Cómo pasa a estar sin blanca a ser una estrella mediática? ¿Por qué los mismos que le recibieron con los brazos abiertos están de repente en su contra?
Las subhistorias tampoco tienen mucho sentido y menos aún interés. Aunque quizá lo más ridículo sea la escena final, esa pelea narrada como épica, efectos especiales y juegos de cámara incluidos, que no resulta más que una patochada absurda que divierte más por lo absurdo que por lo emotivo.
Queda sin responder qué pinta Drago, un cameo que no aporta nada salvo un intento desesperado más de la película por evocar a Rocky. Pero no, no evoca a Rocky, no evoca a boxeo, no evoca a nada.
Sorprendentemente la película acaba no contando nada, pese a su extendida duración. Demasiados minutos vacíos de sentido, de emoción, de boxeo, de historia, de todo.
Si esta película llena de personajes ridículos no pone fin a la saga Creed yo tiro la toalla.