¡Qué bello es vivir! marcó una época

Crítica de ¡Qué bello es vivir!: Grandiosa obra maestra es poco y mucho para este clásico de James Stewart sobre la Navidad.

Como las buenas películas de la época no pierde el tiempo en malos chistes y adornos innecesarios y es que son los pequeños guiños los que hacen grande el cine. Para muchos pasará desapercibido el lenguaje indirecto que aparece en la historia, pero está ahí para recordarnos que lo sutil es arte. Por poner un ejemplo, el sonido del tren que suena cuando George mira sus panfletos de viajes es el símbolo del tren de la vida que se le escapa al protagonista. Aprendí a valorar estos pequeños mensajes introducidos con maestría en las, sobretodo, ya clásicas películas. (Resplandor en la hierba, Senderos de gloria, Al este del edén son solo algunos de los ejemplos que tan bien usan este lenguaje).

[quote_right]El éxito de la genialidad, contarlo todo sin decir nada[/quote_right]

Es el éxito de la genialidad, contarlo todo sin decir nada o a veces, mostrar la ironía de lo dicho en primer plano(recuerdo cuando en Senderos de gloria los personajes dicen que en la guerra el fusil es lo único que puede salvarte la vida y de fondo suena una bomba. Esa genial broma que demuestra la inutilidad del fusil ante una bomba es una muestra de la ironía reflejada sin decir nada).

Vean la película, una, dos y tres veces más. Yo no me canso de verla y les doy mi palabra de cinéfila de que ustedes no se cansarán nunca de verla.

Pero no quiero detenerme a analizar diferentes películas porque ésta, sin duda, merece su propio análisis. Empezaré destacando la interpretación de James Stewart, un actor que hace tiempo que está en mi lista de favoritos, el perfecto hombre niño que hace lo correcto porque es lo correcto. Él consigue que me crea que un personajecomo el que interpreta existe.

El valor de la interpretación

Antes se contrataban actores y ahora caras supuestamente bonitas
Antes se contrataban actores y ahora caras supuestamente bonitas

Hoy en díano imagino ningún actor, salvo Robin Williams y quizá Jim Carrey, que consiga hacerme creer que un personaje tan bueno e inocente como George existe en la sociedad. James Stewart consigue con suma facilidad dar vida a George Bayleis, contagiando al espectador de la alegría del personaje. Inolvidable la escena en la que varios personajescantan y bailan por tener dos dólares en la caja fuerte. Del resto de actores poco puedo decir, todos lo hacen todo lo bien que esperaba de ellos. Será porque antes se contrataban actores y ahora caras supuestamente bonitas.

[pull_quote_center]Una historia eterna e imprescindible cada navidad[/pull_quote_center]

El director, Frank Capra, es un privilegiado que a lo largo de su trayectoria pudo contar con actores como James Stewart, Bette Davis, Gary Cooper, Cary Grant, Spencer Tracy y un largo etcétera de actores y actrices que nada tiene que envidiarle a la “colección” de actores con los que colaboró el británico Hitchcock. El señor Scrooge de Capra Con Que bello es vivir el director creó una historia que es ya eterna cada navidad, a veces contada por el particular Nicholas Cage de turno en cintas como Family Man, a veces contada por Los Simpsons en diversos capítulos, y siempre contada por un actor y director diferente cada año desde aquí hasta la eternidad. Aunque, en el fondo, sospecho que está inspirada a su vez en otro clásico: Christmas Carol.

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