[quote_right]Frank Capra consigue plasmar toda una vida en 123 minutos[/quote_right]

El éxito de la película marcaría otras películas del director como Caballero sin espadaVive como quieras o El secreto de vivir. Y a lo mejor esto es un problema, porque tal y como recuerda la querida Norma Jean o John Lennon en un reciente anuncio de coches, no debemos copiar el pasado, por exitoso que resultase. Debemos crear un nuevo presente. Pero no diré nada negativo de la película que ocupa mi crítica. Qué bello es el cine La historia es simple y lógica, ¿no? Debemos ser buenos con todos y ser felices sin menospreciar nunca nada de lo que nos rodea, y de ese modo, como lo era George, seremos los hombres más ricos.

Alegría, ¡es Navidad!
Alegría, ¡es Navidad!

[pull_quote_center]Ahora el cine prescinde de detalles, da toda la historia mascada y digerida. Ya no es necesario entender el chiste, te lo explican[/pull_quote_center]

[quote_box_left]Por si hay alguien despistado en la sala, te introducen un flashblack explicativo de lo sucedido, nos tratan como a tontos.[/quote_box_left]

Creer en la magia a estas alturas es un hecho, me he puesto nostálgica del viejo cine, el bueno, el de calidad. Y es que, como sucede en la película, posee la capacidad de contar toda una historia en pocos minutos.

Me gusta y me gusta mucho el modo en que el director nos introduce en la vida de George desde pequeño. Tres lucecitas parpadeando es todo lo que el Director necesito para representar unos personajes celestiales y para, hoy, dar una lección de humildad y creatividad a directores como James Cameron que necesitan de nuevas tecnologías para plasmar ideas o personajes. Me gusta que todo lo que sucede en las películas sea por algo, me gusta saber que si un personaje es repetidamente olvidadizo será por algo importante, porque de ese modo el director me obliga a fijarme en los detalles. Ahora el cine prescinde de detalles, da toda la historia mascada y digerida.

En las películas actuales todo necesita ser justificado siendo impensable que en la película se introduzca un periodo de tiempo mayor a una semana, sin embargo, Frank Capra consigue plasmar toda una vida en 123 minutos. Y lo hace sin perder tiempo en banalidades, ni recurrir a amigos chistosos del protagonista o bromas escatológicas.

El sentimiento que transmite la película es contagioso
El sentimiento que transmite la película es contagioso

Que bello es vivir a veces con un gesto del protagonista o a veces con una imagen. Habrán notado a estas alturas que valoro en positivo el hecho de que no me tomen por tonta. En efecto, soy del club de la risa Frasier. Como éste último término me lo he inventado yo, me veo en la obligación de explicarlo: Es el club de personas que disfrutamos habiéndonos ganado la risa. (Porque en Frasier el espectador es el que debe entender el chiste y por tanto, ganarse la risa).

El sentimiento de la película es tan contagioso que, como dice una canción de Pereza: “casi me pongo, me pongo, y me puse a llorar”

Otra de los protagonistas es la gran y bendita inocencia que rodea a todos y cada uno de los personajes. Presente en cada rincón de Bedford Falls, la inocencia juega un papel importante a la hora de, poco a poco, ir enterneciendo al espectador mientras le traslada a un pintoresco y hermoso pueblecito lleno de vallas blancas y familias felices pese al malo malísimo Scrooge, quiero decir Grinch, quiero decir Potter.

Nunca es mal tiempo para recordar ¡Qué bello es vivir!
Nunca es mal tiempo para recordar ¡Qué bello es vivir!

Pero es la presencia del villano necesaria en toda historia de héroes, porque para que haya héroes debe haber villanos. Y para finalizar, una confesión. Como dice una canción de Pereza “y casi me pongo, me pongo, y me puse a llorar”. Sí, el sentimiento de la película es contagioso en todos los momentos. Imposible no involucrarse en la historia. Si tienen sentimientos lo pasarán muy mal en la escena en la que George, desgarrado y aferrado a su póliza de seguros de vida, pide ayuda a Potter.

Vean la película, una, dos y tres veces más. Yo no me canso de verla y les doy mi palabra de cinéfila de que ustedes no se cansarán nunca de verla.