2.- Gran Hermano

Mucho se ha dicho de Gran Hermano a lo largo de los años. Y lo cierto es que, a pesar de las críticas, el programa insignia de Mercedes Milá sigue aguantando año tras año. Pero…

Belén Esteban, ¡la diva!
Belén Esteban, ¡la diva!

[pull_quote_center]¿Es un buen ejemplo para los jóvenes Gran Hermano?[/pull_quote_center]

Desde que Gran Hermano y, con él, el resto de realities llegasen a nuestras pantallas, los niños ya no quieren ser astronautas, ni médicos, ni princesas, quieren ser famosos. Porque no hace falta estudiar o conocer oficio, sólo salir en la televisión. La mecánica es muy sencilla, te presentas a un casting y si eres elegido, ¡bingo!, ya eres famoso.

[quote_box_center]El premio por ser famoso:  Portadas de Interviú en las que desnudarse por dinero, polígrafos De Luxe donde vender, traicionar, o humillar a quienes te rodean, y colaboraciones varias en Sálvame o Gran Hermano.[/quote_box_center]

¿El precio a pagar?

Vender tu intimidad en una casa llena de cámaras, la de Gran Hermano, un programa que no premia ningún talento, arte o bondad, sino el mero hecho de ser persona. ¿Eres persona? Entonces puedes ganar Gran Hermano. Y puedes hacerlo sin esfuerzo alguno, pasando tres meses de tu vida en una casa con jacuzzi, gimnasio, y actividades varias semanales con las que divertirte.

¿La misión? Como ya he dicho, ser persona. Y, claro, dar juego. Porque aunque son las “víctimas” como Paula o Susana las que suelen ganar Gran Hermano, son los concursantes que mayor juego dan los que mayor probabilidad de ganar tienen de hacerse con el maletín.

¿Belén Esteban es el ejemplo a seguir?

¿Qué hacer para ganar Gran Hermano? Algo parecido a lo que hizo Belén Esteban en la casa de GHVIP: chillar, insultar, causar conflictos, llorar, y, si se tercia, engañar a tu pareja con un concursante de la casa (esto siempre vende) al más puro estilo Laura, ¿Azahara? u Omar.

[pull_quote_center]¿Es un ejemplo a seguir que no sea el talento o el esfuerzo lo que se premie, sino ser persona?[/pull_quote_center]

Las preguntas

  • ¿Es correcto explotar, y a veces hasta premiar, infidelidades, peleas e insultos, basando a menudo los resúmenes de Gran Hermano en dichos comportamientos?
  • ¿Es acertado vender la intimidad a cambio de dinero y fama?
  • ¿Es digno encerrar a un grupo de personas, exponiéndolas como animales en un zoo, para que éstas se peleen, griten, insulten o mantengan sexo “en una hora sin cámaras” pero dentro del programa?

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