Con la fuerza del rayo, y tras la versión de 1990 de The Flash de John Wesley Shipp, llega The Flash, la nueva y reluciente serie sobre superhéroes en  la pequeña pantalla protagonizada por Grant Gustin, el nuevo Barry Allen de Central City.   

Grant Gustin es el nuevo Barry Allen en The Flash
Grant Gustin es el nuevo Barry Allen en The Flash

[quote_box_left]Con un reparto acertadamente poco conocido, The Flash reinventa la historia del corredor escarlata, y lo hace devolviendo al género de superhéroes la grandiosidad y brillo qué series como Superman o Batman aportasen al universo cómic.[/quote_box_left]

Vibrante, luminosa y entregada a la acción y los supervillanos (o mejor dicho, metahumanos), The Flash es, en plena era Marvel, el nuevo, atractivo y reluciente divertimento geek para amantes de los cómics y superhéroes en general.

Al más puro estilo Peter Parker, Grant Gustin (búscale en 90210 o Glee) reinventa y mejora la versión que la serie The Flash de los noventa ofreciera del corredor escarlata, haciendo de Allen un tipo mucho más inocente, patoso y obstinado por la justicia que su predecesor en pantalla.

Starling City vs. Central City

Y si de orígenes hablamos se hace necesario mencionar Arrow, la serie donde vimos por primera vez al héroe de Central City. Y es que, pese al carácter fabuloso y espectacular de The Flash, cabe mencionar que, técnicamente, estamos ante lo que a menudo se considera un elemento de decepción y falta de originalidad: un spin-off. 

Flash y Arrow, amigos y aliados en el universo cómic

 [pull_quote_center]The Flash consigue lo imposible: captar el interés del espectador por los personajes y las tramas[/pull_quote_center]

Sin embargo, y pese a la genial conexión que une a las dos series, The Flash se distancia de los tortuosos y oscuros callejones de Starling City, renunciando a conspiraciones y traiciones propias de la familia Queen, a favor de la acción y el espectáculo, auténtico protagonista de las calles de Central City en la ficción.

El héroe, el villano y la chica

Como ya le pasara a Spiderman o Batman, Barry Allen ha condicionado su vida a un único fin: hacer justicia. Siendo un niño, Barry vio como su madre era asesinada por lo imposible, un «relámpago humano». siendo su padre injustamente encarcelado por ello. Y así, obsesionado por explicar lo imposible y salvar a su padre, Barry ejerce de científico forense y vive (más o menos) en secreto su amor por su mejor amiga, Iris (Candice Patton). Porque si hay héroe, hay chica. Y en este caso es una singular Lois Lane en constante estado de socorro e hija de su tutor y compañero de trabajo en la comisaria, Joe.

Tras John Wesley Shipp, Grant Gustin es el nuevo héroe de Central City
Tras John Wesley Shipp, Grant Gustin es el nuevo héroe de Central City

 Aunque si hay un personaje notable y altamente misterioso es Harrison Wells (Tom Cavanagh), «Hombre de amarillo» o Flash reverso» y excepcional y genial villano de la primera temporada (todavía en emisión) y responsable directo de la explosión del acelerador de partículas que otorgó los poderes a Flash. Junto a él, y siempre en los laboratorios STAR encontramos al simpático y geek Cisco y Caitlin, amigos y cómplices de Flash.

Flashback

¿La clave? Su profunda y espectacular entrega a los supervillanos en todos y cada uno de los episodios. Esto último, un acierto que su predecesora (The Flash, 1990) no supo ejecutar a tiempo, siendo ésta una de las razones principales de su cancelación (Simpson aparte, claro).

[pull_quote_center]The Flash es, en plena era Marvel, el nuevo, atractivo y reluciente divertimento geek para amantes de los cómics[/pull_quote_center]

¿El toque nostálgico? La intervención del Flash originario en The Flash de 1990, John Wesley Shipp como Henry Allen, padre de Barry Allen.

Cuando Peter Parker se convirtió en Barry Allen

De innegable divertimento y entretenimiento, The Flash es una de las más adictivas series inspiradas en un cómic. Y lo es por su justo y atractivo equilibrio entre acción, espectacularidad y misterio. De alguna manera, The Flash consigue lo imposible: captar el interés del espectador por los personajes y las tramas.

¿El gran secreto? La justa dosis de misterio a menudo alrededor del Dr. Wells, presentada siempre en pequeñas y adictivas dosis en los últimos segundos de cada episodio.

Barry Allen e Iris, la pareja ¿imposible? de The Flash

 Y, sobre todo, su entrega total a la diversión más electrizante e irrefrenable, ofreciendo acción y emoción a cada momento. Todo ello, además, aderezado con guiños freaks y múltiples referencias al universo de The Flash.

Así pues, genial, divertida y entretenida, The Flash es pura diversión para quienes como firma estas palabras venera los cómics por encima de todas las cosas.