Crítica de Interstellar, la última película de Christopher Nolan y gran obra de Matthew McConaughey.

Demoledora y emocional, la nueva obra de Christopher Nolan sobrecoge y sorprende a todo al que asiste a su impactante visionado.
[quote_right]Una obra hirientemente viva y real[/quote_right]
De profunda e intensa carga emotiva, Interstellar es más que una de las últimas películas favoritas de Quentin Tarantino, es toda una oda a la figura dramática y humana del héroe anónimo. Este último un arquetipo más qiue frcuente en la filmografía delcreador de la impresinante Origen o el excesivamente alabado reboot de Batman.
Christopher Nolan, el caballero oscuro
Porque existe una malsana obsesión en Nolan por mostrar las luces y sombras del hombre. Y porque nadie más que él puede arrastrar a las masas ante lo que no puede sino ser calificado como el blockbuster intelectual, Nolan ofrece en Interstellar la parte de la historia que obras como Armageddon o Apollo 13 obvian en escena en pro del entretenimiento.
Matthew McConaughey, interstellar
Y así, centrándose en la parte humana y desquebrajada del héroe, el cineasta desdibuja a Matthew McConaughey en una complejo e hiriente abanico emocional de sentimientos y reflexiones varias con las que apelar al espectador.
¿El resultado? Una obra hirientemente viva y real que, alejada de la fórmula empleada en Gravity, remite a la razón existencial del ser humano en mitad del cosmos.