Descubre las dosrazones por las que ver Supervivientes 2015 te convierte en mala persona.

Tras una primera gala soporífera y “chabelista”, el pasado y más reciente debate evidencia lo obvio: Supervivientes está siendo un bodrio para el espectador. Y lo está siendo porque ¡en las isla Paloma e isla Privilegio no pasa absolutamente nada!
¿Es realmente un “tema importante”, tal y como Raquel Sánchez Silva dijo, la reconciliación entre Suhaila y Nacho Vidal? ¿De verdad lo más relevante que ha pasado en el concurso es que Nacho y Suhaila han hecho las paces? ¿Merece ser debatido si Lucía escupió o no a la mano de su compañero de supervivencia?
Siendo sinceros, confesamos que aunque queríamos comentar el debate de ayer, no podemos. Y es que lo más significativo acabó siendo si Fortu compartía o no su tarta o si éste debía o no haber metido la cabeza en ella. Y fue entonces cuando, de repente, nos planteamos por qué Supervivientes gusta, si al final todas las ediciones acaban siendo iguales (pequeñas vivencias sin interés alguno). Y así, inquietos por la duda y aún con ganas de hablar de Supervivientes, decidimos consultar a un psicólogo, Alfredo Piñón . ¿La conclusión? Ver Supervivientes te hace ser mala persona.
Por qué ver Supervivientes te hace mala persona (sigue en página siguiente…)