Con un planteamiento original y lo suficientemente subversivo como para convertise en estandarte de lo diferente, ‘Mr. Robot’ se ha convertido en poco tiempo en una serie de culto.

Mr robot serie
Pero, ¿qué tiene ‘Mr. Robot’ para enganchar tanto? Porque la serie engancha. Y lo hace hasta niveles enfermizos. Y lo digo tras haberme acercado a ella con más escepticismo que otra cosa. Reconozco que fue el fanatismo que la serie despertaba lo que me llevó a verla. Pero fue la enrevesada y paranoica trama lo que me llevó a seguir viéndola. Es cierto que los primeros capítulos los dediqué a encontrar las similitudes con ‘Dexter’ (haberlas, las hay) y ‘American Psycho’, pero después… simplemente me dejé llevar por Elliot y su universo de conspiraciones, paranoias y crítica social que conforman la primera temporada.

[quote_box_center]’Mr. Robot’ es una de las ficciones más interesantes de la pequeña pantalla[/quote_box_center]
Mucho más original, inesperada y desenfrenada me está resultando la segunda temporada. Y es que, desmarcada del tono lúgubre de la primera, la serie se abre paso, asume riesgos como versionar un capítulo de ‘Cosas de casa’, engaña al espectador cuando la trama así lo requiere, y hasta nos toma el pelo (¿por qué negarlo?).
Sobran las tramas secundarias en las que los personajes intentan dar un discurso con mayor o menor gracia sobre la condición humana, y faltan los momentos en los que Elliot aparece en escena. Pero, con más o menos altibajos, ‘Mr. Robot’ es una de las ficciones más interesantes de la pequeña pantalla.
Oscura, retorcida, paranoica y a veces (muy) surrealista, ‘Mr. Robot’ lo tiene todo para ser una de las mejores series de la última década, un pequeño divertimento con el que pasar las horas frente al elemento catódico.