Home Cine Crítica de I care a lot

Crítica de I care a lot

Crítica I care a lot

Chispeante, refrescante, inesperada y brutalmente satírica, I care a lot es una película diseñada para marcar la diferencia. En una cinta en la que no buenos, los malos se enfrentan a los más malos en una lucha por alcanzar el codiciado sueño americano cueste lo que cueste.

Crítica I care a lot
Crítica I care a lot

Rosamund Pike sobresale gracias a un personaje cuya determinación resulta, como indican en la propia obra, «aterradora». Con momentos en los que Pike parece contagiada de la rabia de la mismísima La Novia de Kill Bill (nótese el uso del color amarillo en momentos clave), Pike es la perfecta villana de comic, un ser que no tiene miedo de nada ni de nadie con una sorprendete habilidad para moverse entre lo que a veces parece una comedia negra y otras un thriller. Ni siquiera del genial y soberbio Peter Dinklage, que en esta ocasión da vida a un despiadado mafioso ruso.

Crítica I care a lot

Formidable trabajo de J Blakeson, director de la mini serie Gunpowder, The Disappearance of Alice Creed o La 5ª ola. Tan incorrecta como sorprendente, la historia se desarrolla con un endiablado ritmo en la que cada nueva escena nos revela el lado más perverso y sorprendente del ser humano. También inesperado es el final, que demuestra que aunque la Justicia pueda fallar, aunque el cordero sucumba ante el león, no hay acción sin reacción. Ni riqueza contable que deje saciado al «monstruo del dinero».

La narrativa es ágil y la acción se desarrolla con ingenio, introduciendo nuevos y sorprendentes cambios de acontecimientos para sorpresa y deleite del espectador.
La falta de héroes en la película y el constante mensaje de que no hay nadie que cuide de nosotros expone una realidad social: el dinero se impone a las personas en una jungla en la que puedes ser un león o una oveja: «Es un error pensar que trabajar duro y jugar limpio conduce al éxito y la felicidad. Jugar limpio es una broma inventada por los ricos para mantener pobres al resto. Hay dos tipos de personas en el mundo: Depredadores y presas. Leones y corderos».

Salir de la versión móvil