Crítica de la serie de Michael J. Fox, The Michael J. Fox Show, una serie para el ochentero, el treintañero, el nostálgico, los freaks del condensador de fluzo, el hombre, la mujer, el rebelde, el clásico… ¡para todos!
Una Modern family descafeinada
Posiblemente el show más entrañable de la pequeña pantalla se presenta como una dulce y rosada muffing rellena de arándanos. Es decir, emotivamente dulce, y deliciosamente apetecible. De humor más descafeinado que la amarga Modern Family, los personajes de The Michael J. Fox Show resultan ser la alternativa optimista, desenfadada y sofisticada de los cada vez más cargantes y tediosamente repetitivos miembros de la unidadPritchett de Modern Family.
[quote_box_left]¿La pega? La resta de puntos en el apartado de originalidad debido a la (a priori) similitud narrativa a modo de falso documental, o declaración a cámara que ambas series comparten, siendo necesario aclarar que, antes que todas ellas, fue The Office la precursora de dicho recurso.[/quote_box_left]
La familia Henry ofrece un renovado espíritu alegre y familiar, cualidades no presentes en series como Modern Family, más preocupadas por el retrato social y la crítica ácida que, por la sonrisa, habían desterrado de la pequeña pantalla. Quién sabe, tal vez sea Michael J. Fox quien derroque el tirano, repetitivo y amargo reinado televisivo de la mal llamada familia moderna (¿Cuándo dejará de ser una novedad el matrimonio inter-generacional?).
Porque si algo hace El show de Michael J. Fox es buscar la sonrisa en el espectador, y no la burla o crítica. Por todo ello, me quedo con la familia Henry, porque son garantía de una dulce sonrisa. Y, por qué negarlo, porque caigo presa de la nostalgia y simpatía que despierta volver a McFly en escena después de tanto tiempo.
¿Cuándo disfrutarla? En el desayuno, ideal para empezar el día con una sonrisa.
