“Hubo una vez en la que grandes bestias vagaban por este mundo. Grandes como montañas. Aun así todo lo que queda de ellas son huesos y ámbar. El tiempo acaba incluso con las criaturas más poderosas. Y si no, mira lo que ha hecho contigo. Un día perecerás. Yacerás con el resto de los de tu tipo en la tierra. Tus sueños serán olvidados, tus horrores serán borrados. Tus huesos se convertirán en arena. Y sobre esa arena, un nuevo Dios caminará. Uno que nunca morirá. Porque este mundo no te pertenece a ti o a las personas que vinieron antes. Pertenece a alguien que aún está por venir. Wyatt”. Estas son las inquietantes y amenazadoras palabras con las que la dulce Dolores nos sumerge en ‘Westworld’, un ‘Blade Runner’ del lejano Oeste imprescindible para cualquier amante del género.
Basada en una historia de Michael Crichton, creada por el hermanísimo de Christopher Nolan (Jonathan Nolan) y producida por el aprendiz más brillante de Steven Spielberg (J.J. Abrams), ‘Westworld’ ha sido un auténtico éxito de público y crítica, convirtiéndose en la auténtica revelación catódica del año pasado. Y, en palabras de Nolan, en el resultado de rodar ‘Alien’, ‘Sin perdón’ y ‘Días del cielo’ a la vez.
Con una trama tan imprevisible y paranoica como adictiva, la ficción nos sumerge en un universo de violencia, amor, ciencia ficción y lejano Oeste, donde lo único seguro es que nada es lo que parece. Como si de un retorcido universo de ‘Matrix’ se tratara, ‘Westworld’ nos sumerge en un extraño estado de ensoñación en el que difícilmente podemos discernir lo real de lo ficticio.
Humanos y androides se relacionan (hasta niveles enfermizos) en ‘Westworld’, un parque temático ideado para recrear el lejano Oeste y dar rienda suelta a la siempre ilimitada depravación del ser humano. En él, habitan cientos de robots, programados para satisfacer a aquellos “huéspedes” y recién llegados que se lancen a la aventura de sobrevivir en territorio vaquero y, al igual que en ‘Jurassic Park’, viajar en el tiempo con todas las comodidades que un parque temático de última generación pueda ofrecer al más vicioso de los turistas.
Lágrimas en la lluvia (Sigue en página siguiente…)