Crítica de Peabody y Sherman, la película de animacíón que, con la educación como excusa, se cuela entre las opciones favoritas para disfrutar en DVD

Peabody y Sherman son padre e hijo en la ficción
Peabody y Sherman son padre e hijo en la ficción

Peabody y Sherman, y Albert Einstein y Leonardo DaVinci y María Antonieta

Quien quiera aprender algo que se compre un libro. Peabody y Sherman entretiene, divierte y hasta emociona, pero si hay algo que no hace es educar. Peabody y Sherman nos llevan por Egipto, el Renacimiento o la Revolución francesa, pero ¡que arda Troya porque Peabody y Sherman no enseña historia! Pero,por la sonrisa de Mona Lisa, ¿quién delega la educación de sus hijos a unos dibujos animados?

¿Por qué los perros no pueden adoptar a niños?
¿Por qué los perros no pueden adoptar a niños?

[pull_quote_center]Si un niño puede adoptar a un perro, ¿por qué no podría un perro adoptar a un niño?[/pull_quote_center]

Cartel promocional de "Peabody y Sherman"
Cartel promocional de «Peabody y Sherman»

Peabody y Sherman es una de las pocas piezas animadas dignas de ser vistas, una de las pocas capaces de hacer uso y abuso de un sentido del humor inteligente y perspicaz, una de las pocas aventuras de dibujos que parece más pensada para los padres que para los niños. Porque son los adultos quienes entenderán las continuas bromas y referencias a la mitología griega, la revolución francesa o la salvaje cultura egipcia.

Una historia con posibilidades de ser desarrollada en una futura serie en la que, quizá, Peabody y Sherman tengo algo que contar

El sector más crecidito de la casa será también quien perciba que a la cinta le sobran aventuras y le falta argumento.¿Es posible que cada escena de Peabody y Sherman sea más un sketch que un hecho relevante?

En PizzaCinema somos amantes de la animación y por eso queremos aprobar esta cinta en la que se demuestra que si un niño puede adoptar a un perro, ¿por qué no podría un perro adoptar a un niño? Pero como somos de carácter exigente queremos pensar que estamos más ante una historia con posibilidades de ser desarrollada con mayor espacio para la «educación» en una futura serie animada en la que, quizá, el señor Peabody y el pequeño Sherman tengan algo que contar.

Peabody y Sherman en una imagen de la serie original
Peabody y Sherman en una imagen de la serie original