Crítica y degustación cinéfila de #Chef, la pequeña gran obra del director de Iron Man y Cowboys & Aliens, Jon Favreau.
¿Puede el director de blockbusters como Iron Man o Cowboys & Aliens dirigir, escribir y protagonizar una pequeña fábula gastronómica 2.0?
[pull_quote_center]Eficazmente entretenida, optimista y sencilla de digerir[/pull_quote_center]
No hace falta ser un chef de renombre para elaborar una pieza tan insulsamente previsible como #Chef. Es más, son muchos los estudiantes de cine que ya en su primer año podrían desarrollar una historia similar con menor número de ingredientes y, desde luego, menos cameos de categoría estrella michelin.
Del hombre de hierro a la plancha de piedra
Porque la historia del soñador que renuncia a todo para seguir su sueño ya la conocemos, porque Jon Favreau no es plato de buen gusto cuando éste se repite en todas las escenas como un ingrediente revenido e insípido, porque Robert Downey Jr., Scarlett Johansson y Dustin Hoffman son meros platos de degustación en un menú en el que Jon Favreau es plato principal y postre y, sobre todo, porque el uso y abuso de la red social del pajarito se impone al espectador con menos justificación que la propina «obligada» en los restaurantes americanos, a #Chef le faltan dos hervidos para llegar a ser delicia del celuloide.
Y es que, como a la cocina de su protagonista, a la película de Jon Favreau le faltan pretensiones y cuidado en la presentación, pues accidentada y concentrada en especias de alto sabor, #Chef encuentra su esencia en el concentrado de calor y sentimientos que, quien fuera novio de Mónica en Friends, intenta transmitir con la misma brevedad e intensidad que un tweet, en pocas palabras e imágenes.
[quote_box_center]Entonces, ¿dejamos propina al chef? Sí. Porque, como el protagonista de la cinta, Jon Favreau convierte la falta de recursos en el punto sabrosón de su obra, eficazmente entretenida, optimista y sencilla de digerir.[/quote_box_center]
